Robótica

jueves, 29 de octubre de 2020

 “El que cree tener la verdad absoluta solo tiene una mentira adaptada a su conciencia”, pensé mientras esperaba en el rellano del bloque, sumido en la oscuridad de la noche. Y esa conciencia, a veces, es mala. No tardaría en llegar y la noche sería un refugio perfecto para mi cometido. 

Repasaba cada uno de los deleznables actos que había cometido sobre mí cuando escuché la llave. Abrió la puerta y entró.

Allí estaba, a dos pasos de mí, con su mentira pululante en los ojos ladinos, sin conciencia. Habría dado la vida por obtener venganza y arrebatarle la suya, sino fuera porque él mismo me había quitado la mía el día anterior.